En este blog.Encontramos Fotos de gente común con un estilo diferente caminando en las calles de Nueva York y varios lugares del mundo. Comenzó su blog en el 2005 y nadie imaginó el impacto que tendría a corto plazo. Hoy en día es como una de esas leyendas, de esa gente que pasa de un aburrido trabajo de oficina a una vida nómada con reconocimiento internacional y excelentes dividendos.
La razón de la fama de su blog no está en que haya cambiado la manera en la que percibimos la moda en internet. Sino justamente lo contrario. La razón de su fama es que comprendió exactamente (y antes que nadie) lo que la gente en internet quiere ver. Los blogs hasta el momento sólo se encargaban de cubrir diseñadores y revistas de manera bastante general. Y aunque esa fórmula funcionaba bien en papel (las revistas han usado esa fórmula por años), el público de internet es diferente. Una de las principales diferencias es que internet funciona un poco como una ventana para un voyeurista: te permite conocer los detalles de la vida privada de personas anónimas. El interés no está en cubrir lo público, sino lo privado. Y en el caso de Schuman lo privado es el estilo personal de la gente común.
Quienes visitan The Sartorialist no sólo están interesados en la moda en sí. Las fotos que Schuman hace nos ofrecen un retrato dinámico de Nueva York que no se basa en su arquitectura y sus paisajes, sino en algo que cambia constantemente, algo a lo que quizás podríamos llamar el espíritu de Nueva York: los gestos de sus habitantes. El siguiente video es un cortometraje que documenta un día en la vida de Scott Schuman.
Scott Schuman
LOS HERMANOS SEEBERGER
Claro que Scott Schuman no fue el primero en hacer fotos de gente común con ropa interesante. La gente ha estado haciendo fotos de la gente desde la invención de la cámara. Quizás el primer caso de fotografía street style como la conocemos (en donde la ropa es casi el protagonista de la foto) son las fotos de los hermanos Seeberger. Comenzaron a trabajar a principios del siglo XX y sus lugares favoritos para cazar marcatendencias eran los hipódromos y resorts. Trabajaban un poco como mercenarios: tomaban una cantidad impresionante de fotos documentando lo que la gente de clase alta vestía en su tiempo libre para vender las fotos por peso a diferentes empresas. Principalmente trabajaban con diseñadores y fábricas de tela. Los diseñadores usaban sus fotos para hacer catálogos que las clientas podían consultar para pedir diseños a la medida. Las fábricas lo utilizaban para investigar los gustos de su público meta. También vendían a revistas, aunque no eran muy populares en su momento. Uno de esos casos en los que el talento no se ajusta al contexto. Un poco como si un gran beisbolista hubiese nacido en 1600. No hubiera tenido mucho éxito.
Los sujetos de las fotos de los Seeberger eran de gente de alta sociedad. A veces montaban las fotos ellos mismos usando modelos y haciéndolas pasar por parte de ese grupo. En líneas generales era un negocio que encontraron lucrativo, pero en ningún momento pensaron que su estilo fuera algo digno de destacar, mucho menos que iba a ser un fenómeno global de tanto interés un siglo después.
BILL CUNNINGHAM
Tiene una sección de moda en el NY Times. Su columna “on the street” documenta los atuendos de gente común y celebridades en las calles de NY. Hoy en día es un viejito de 80 años que pasea por nueva york en su bicicleta fotografiando desconocidos y cazando tendencias. De la misma manera en que lo hacía 50 años atrás. Las cámaras han cambiado y la gente ha cambiado, pero Bill Cunningham sigue exactamente igual. Es célibe, vive en un apartamento que parece más un closet de escobas: no tiene baño ni cocina, sólo un enorme archivero y un colchón.
Si los hermanos Seeberger fueron los creadores de la estética del street style, Bill Cunningham es el padre de su filosofía. En una entrevista reciente que le hizo el NY Times y que podéis leer completa aquí, Bill Cunningham explica por qué es importante fotografiar a gente de la calle para la industria de la moda:
“Principalmente lo que me gusta más de la fotografía de calle es que encuentras las respuestas que no ves en los desfiles. Encuentras información para los lectores, para que puedan visualizarse a sí mismos. Esto fue algo que comprendí muy rápido: si solamente cubres a los diseñadores y sus desfiles, sólo tienes una cara del fenómeno. Necesitas la calle y necesitas las horas de la noche también. Si cubres estas tres cosas, tienes el cuadro completo de lo que la gente se pone.”
Cuando todos los diseñadores están mirando a Anna Wintour, Anna Wintour está mirando a Bill Cunningham.
Bill Cunningham
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